Palabras cruzadas


sábado, abril 23, 2011

ein rechtes Herz

Und wimmert auch einmal das Herz-
Stoss an und lass es klingen!
Wir wissen's doch, ein rechtes Herz
ist gar nicht umzubringen.

Y llenarnos de cicatrices lectoras

Ponerse a leer significa prepararse para atrapar una voz que va a surgir cuando menos lo esperes.  Una voz que se deja oír desde un lugar imprevisto, más allá del libro, más allá del autor, más allá de la escritura: viene desde lo que no se ha dicho, desde eso que el mundo todavía no ha formulado sobre sí mismo porque no tenía palabras para decirlo.

miércoles, abril 13, 2011

Tal vez quienes mejor olvidan mejor viven.

miércoles, abril 06, 2011

... y como nunca más volviese, ella guardó la prenda y lloró por él sin jamás olvidarlo.

lunes, abril 04, 2011

Como vos

Después de todo el tiempo que pasó
la herida va por dentro y no cerró.
Qué locas son las cosas
que al alma se le antoja
conservar.

Después que el pensamiento te negó,
después que hizo silencio el corazón,
las brasas siguen rojas,
qué inútil esta cosa
de olvidar.

Te vi en un sueño otra vez, ayer,
te debo confesar.
Sólo cantando te pude hablar:
Good morning, heartache
Here we go again.
Después de tanto tiempo.
Después de tanto tiempo.

Después de todo el viento que sopló
el barco sigue quieto y no se hundió.
No amarra en ningún puerto
ni va hacia mar abierto,
te esperó.

Después de todo el tiempo que pasó
ya sé que no hay encuentro entre los dos.
Esta canción es tuya,
guárdala antes que huya
como vos.

Fuerza, Javier.

"El mundo ya no es digno de la palabra
Nos la ahogaron adentro
Como te (asfixiaron),
Como te
desgarraron a ti los pulmones
Y el dolor no se me aparta
sólo queda un mundo
Por el silencio de los justos
Sólo por tu silencio y por mi silencio, Juanelo".

La fetichista de los nombres

Ahí donde tú estés, yo estoy. Quietecita y enamorada, yo ahí. ¿Firmas una letra de cambio, un pagaré, con tu nombre cuatrisílabo? Yo soy el puntito sobre la i, el rabito de la g y el cuernito de la t. La manchita de tinta que queda en tu pulgar. ¿Te desalteras del calor con un vasito de agua mineral? Yo, la burbujita que te refresca el paladar y el cubito de hielo que escalofría tu lengua-viborita. Yo, Rigoberto, soy el cordón de tus zapatos y la oblea de extracto de ciruelas que tomas cada noche contra el estreñimiento. ¿Cómo sé ese detalle de tu vida gastroenterológica? Quien ama, sabe, y tienes por sabiduría todo lo que concierne a su amor, sacralizando lo más trivial de su personas... ¿Quién soy? Alguien que te quiere como la espuma a la ola y la nube al rosicler. Busca, busca y encuéntrame, amado.