Quién sabe y
qué importa cuándo
y a qué se deba nuestro apego
a quienes elegimos para confiar en el fondo de sus ojos.
a quienes elegimos para confiar en el fondo de sus ojos.
Por suerte yo confío en el fondo inigualable de tus ojos y en el precioso fondo de tu corazón.
Y nadie lo sabrá...
ResponderEliminarInfinito, siempre y bien*